Mitos más populares en jardinería
En este artículo veremos diferentes mitos y falsos mitos de jardinería, que muchas veces tenemos incorporados. Son aquellos que, según la creencia popular debemos hacer al plantar o cuidar las plantas que tenemos en el jardín o huerto.
Muchas veces la labor de jardinería nos es guiada por conceptos errados y que solemos repetir, a pesar de notar que lo que estamos haciendo parece que no estuviera demasiado bien. El sentido práctico nos lleva a pensar que lo que hacemos tal vez no corresponda. Pero como el común de la gente lo hace de esa manera, pues entonces lo hacemos así, para no arriesgarnos a hacerlo mal. Si al resto de la gente le sale bien, yo debería seguir con esa misma práctica para que no salga mal.
Una buena parte de la gente «heredó» los mitos o falsos mitos de jardinería de sus familiares o parientes. También están quienes «aprendieron» jardinería llevando a cabo determinadas prácticas en el jardín o huerto. Ademas, están aquellos mitos que se basan en técnicas que han visto o escuchado, tanto en medios de comunicación, como en las diferentes redes sociales.
Por todo ello, decimos que existen los falsos mitos y otros que no lo son, que realmente tienen razón de ser y deben ser tomados en cuenta.
Por experiencias propias o ajenas, nos damos cuenta que muchos de ellos son mitos y otros no tanto. Veamos cada uno de ellos:
Cuanta más cantidad de abono, la planta crecerá más grande
Este es otro mito similar al anterior, ya que por más abono que se le aplique, ni las hojas, ni las flores, así como tampoco sus frutos serán más grandes de lo habitual. De hecho, el abono utilizado en exceso puede llegar a saturar las raíces, al punto tal que éstas pierden su poder de absorción y, al no alimentarse, la planta irá perdiendo vigor y energías y en ciertas ocasiones puede llegar a morir.
Debemos tener en cuenta que existen diferentes tipos de abono, según sean las necesidades de la planta. Hay abonos foliares, florales y algunos otros que se utilizan para obtener ciertos resultados sobre el crecimiento de determinada parte de la planta. A esto podemos agregar que existen abonos completos, como el compost, que aporta todos los nutrientes necesarios para el desarrollo de la planta en general.
Otro factor a tener en cuenta con el abono, es que éste se agrega al sustrato en una determinada época del año, que generalmente coincide con el «reverdecer» de las plantas. Es decir que debe agregarse cuando nacen nuevos brotes, capullos florales o también en su etapa de fructificación.
Un error muy común es abonar la planta en todo momento. Si abonamos durante todo el año, la planta terminará por agotarse, sus flores o frutos serán cada vez más pequeños y hasta tal vez no florezca. Por eso es muy importante respetar los tiempos de receso y descanso y abonar en su debido momento.
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¿Por qué poner grava o piedra para el drenaje?
Este es un tema de discusión tan común, como popular en todo el mundo. Hasta tal punto es así, que han pasado varias generaciones y continuamos haciéndolo. ¿Se trata de uno de los falsos mitos de jardinería? Veamos: Al plantar en maceta y antes de agregar el sustrato en el contenedor, utilizamos grava, piedra o trozos de cerámica para facilitar el drenaje. Vamos a explicar qué hay de cierto y de mito en esto:
Muchas veces el poner piedra partida en el fondo de la maceta o contenedor, resuelve el escaso drenaje del sustrato. Pero la razón más valedera de emplear esta técnica es para que, al regar el sustrato compuesto de compost, tierra o abonos diferentes, éstos no se escurran con el agua directamente al suelo. De este modo la grava hace una especie de filtro, evitando que se ensucie el piso al regar. Durante los primeros días de riego, el agua drenará turbia o algo barrosa y con el correr de los días la irá filtrando, drenando agua limpia.
Los helechos necesitan mucha humedad
¡Es totalmente cierto! Éste no es uno más de los falsos mitos de jardinería. Los helechos pertenecen a un reino que necesita de mucha humedad, tanto en el sustrato como la humedad ambiental donde están ubicados.
Por ello decimos que los helechos son «Plantas ideales para el cuarto de baño«.
Si adquieres helechos, lo ideal es que pulverices su follaje periódicamente, en especial cuando la media supera los 20°C
Cuándo es el mejor momento de regar las plantas del jardín
Veamos los diferentes momentos del día en que podemos regar las plantas:
Por la mañana, al despuntar el sol es la mejor de las opciones. Tanto en verano como en invierno, ese momento del día es el más idóneo para regar las plantas del jardín y el huerto.
Por la noche: La noche es el momento en el que, incluso las plantas, se toman un pequeño descanso. Sin la iluminación del sol no existe la elaboración de clorofila, ya que no hay luz para que puedan hacer la fotosíntesis. Por lo tanto, son unas horas de descanso hasta el nuevo amanecer.
Por otro lado, es en este momento en el que babosas y caracoles salen a comer las plantas del jardín y el huerto. Si regamos por la noche, éstos y otros bichitos de hábitos nocturnos, devorarán todo lo que encuentren a su alrededor.
Por la noche también suelen aparecer hongos, especialmente con climas fríos. Las enfermedades fúngicas se presentan ante muchas horas de humedad y si regamos por la noche estaremos alimentando esa situación.
El mediodía: Mucho se ha dicho sobre el riego de las plantas del jardín y el huerto al mediodía, especialmente por el llamado efecto lupa:
Evita regar al mediodía por el «efecto lupa»
Cuando hablamos del efecto lupa nos referimos a las quemaduras que se producen en las hojas y flores, cuando éstas se mojan durante el mediodía de veranos muy cálidos. Al regar las plantas y mojar el follaje al mediodía, el agua que queda en la superficie de las hojas produce un efecto similar al de la lente de una lupa, produciendo así quemaduras en el follaje. Como resultado de este efecto, la planta queda más vulnerable ante ciertas enfermedades causadas por hongos.
Existen quienes aseguran que esto es un mito, que se puede regar en cualquier momento del día y que regar al mediodía no tendrá efectos que puedan perjudicar a las plantas del jardín y el huerto.
Por experiencia propia, en ElJardinEnCasa podemos asegurar que las gotas de agua que quedan adheridas sobre las hojas que baña el sol del verano, producen desde leves a severos daños. La incidencia directa de los rayos del sol sobre el follaje ante climas muy cálidos, impronta a las hojas una coloración rojiza e incluso, si las mismas se riegan, pueden llegar a quedar manchas marrones como producto de las quemaduras.
Para comprobar el último de estos mitos o falsos mitos de jardinería, fácilmente puedes hacer una pequeña prueba: Durante los meses de mucho calor elige 1 o 2 hojas que estén bajo los rayos del sol al mediodía y riégalas diariamente, durante ese momento. Notarás que luego de unos días esas hojas habrán cambiado su color respecto del resto: Han pasado de su color verde habitual al rojizo o pardo. Si quieres, déjanos una breve reseña y tu opinión acerca del resultado de este experimento y compártelo aquí debajo, en los comentarios.
Los bulbos de tulipanes necesitan frío
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Esto es auténticamente real, no es ningún mito. Al finalizar la floración, los tulipanes pierden su follaje y comienzan un descanso reparador para recuperar energías y volver a florecer en la próxima estación de siembra. Este reposo debe ser con temperaturas frías, como la que tienen en su lugar de origen. Es por ello que, en regiones donde no tienen climas muy fríos, los bulbos de tulipanes se conservan en la heladera o refrigerador.
En el próximo artículo completaremos esta lista de «Diferentes mitos en jardinería«