La prevención es la forma más eficaz de combatir plagas o enfermedades y el Ciclamen no es la excepción. Riegos excesivos y falta de ventilación son los factores de riesgo más comunes en esta hermosa planta.
Plagas del Ciclamen
Entre las plagas que más pueden afectar al Ciclamen se encuentran los ácaros, cuyos síntomas más comunes son la deformación de hojas jóvenes y capullos y gusanos que atacan follaje, raíces y tubérculos.
- Stenotarsonemus Pallidus o «El ácaro del Ciclamen«: Le otorga aspecto arrugado a hojas y flores.
- Pulgones: Estos insectos le chupan la savia a la planta debilitándola y deformando hojas, flores y frutos.
- Arañuela o Araña Roja: Altas temperaturas y sequía son las condiciones ideales de este ácaro. Se puede apreciar a simple vista, en el envés de las hojas, o por una especie de telaraña que forman en el follaje.
- Mosca blanca: Se alimenta de la savia de hojas y brotes tiernos, produciendo un debilitamiento general en la planta.
- Trips: Su principal síntoma son manchas de coloración blanquecina y posteriores puntos negros que aparecen en hojas y flores a causa de estos insectos.
- Gorgojos: Los adultos de estos insectos se comen los bordes de las hojas, mientras que las larvas se alimentan de las raíces y el tubérculo. Observar las primeras hojas mordidas nos da la señal de presencia de estos escarabajos, por lo que es indispensable atacarlos antes que depositen sus larvas. El té de ortiga es excelente para repelerlos.
- Orugas: Se alimentan de raíces y pecíolos al ras del suelo. Es fundamental erradicarlas antes que se conviertan en adultos, ya que es bastante amplia la variedad de ejemplares. Plusia, Gusano gris y Rosquilla negra son algunas de ellas.
- Nemátodos: Al ser gusanos del suelo difícilmente puedan localizarse a simple vista.
- Babosas y caracoles también devoran raíces, hojas y flores. Mira aquí: «Cómo erradicar babosas y caracoles«
Mira también: «Problemas más comunes del Cyclamen«
Enfermedades del Ciclamen
Entre las enfermedades más comunes, causadas por hongos y bacterias, podemos mencionar:
- Oidio: Manchas en forma de polvillo blanco.
- Phythium: Hongo que pudre las raíces, manifestándose en hojas que se secan y arrugan.
- Rhizoctonia: Del mismo modo que el anterior, este hongo seca a toda la planta, ya que se instala en las raíces.
- Phyllosticta: Hongo que produce manchas de color marrón en las hojas que luego acaban por secarse.
- Podredumbre de raíz: El hongo Thielaviopsis provoca marchitamiento y decoloración de las hojas y la planta deja de crecer, ya que se va destruyendo el sistema radicular. Se previene evitando encharcamiento del sustrato y riegos y abonados excesivos, especialmente ante bajas temperaturas.
- Podredumbre del rizoma: El responsable de esta enfermedad es el Fusarium, un moho de color blanco-rosado que aparece en la zona del cuello y provoca amarilleamiento de hojas, capullos y flores, que luego marchitan y se secan, hasta la muerte total de la planta. Generalmente se produce por exceso de materia orgánica. Debe utilizarse sustratos nuevos para evitar contagios.
- Podredumbre de raíces, rizomas y pecíolos: El hongo Cylindrocarpon se presenta ante riegos excesivos, encharcamiento del sustrato, excesivo abonado nitrogenado y drenaje insuficiente.
- Podredumbre gris: Causada por Botrytis, se manifiesta con manchas con aspecto de polvo gris y posterior pudrición de hojas, flores o pecíolos. Como prevención hay que evitar riegos excesivos y ubicar en lugar aireado. Una vez atacada, deben eliminarse las partes afectadas y mejorar la ventilación. Evita mojar hojas y flores al regar.
- Erwinia: Esta bacteria afecta, principalmente al follaje, comenzando por secarse las hojas más viejas, las nuevas languidecen y se pudren, al igual que el bulbo que también acaba por pudrirse. Tanto las plantas enfermas como el sustrato afectado deben descartarse.
- Antracnosis: Este hongo produce manchas marrones en los pecíolos de las hojas y flores. Debe atacarse con rapidez para evitar que invada toda la planta.
En semillero: Phythium y Rhizoctonia atacan a las plántulas, debilitando sus frágiles tallos y acabando con ellas. Para evitarlo, espolvorea con canela la superficie del sustrato.
De todos modos, si quieres prevenir plagas y enfermedades del Ciclamen o cualquier otra planta, mira aquí: «Cómo preparar repelentes naturales con aromáticas»
Pingback: Ciclamen planta de interior o exterior » El Jardín en Casa