Al trasplantar Mimosa púdica debemos tener en cuenta el tamaño de la maceta, para que sus raíces puedan expandirse y desarrolle más rápidamente. Cuando notamos que la planta está necesitando más espacio, debemos trasplantarla a una jardinera de mayores dimensiones, donde sus raíces quepan cómodamente y aumente su follaje, evitando que sufra.
Cómo trasplantar Mimosa púdica
Ya sean las plántulas crecidas de semillas, los esquejes enraizados o las plantas ya establecidas que necesitan más lugar para sus raíces, cuando decidimos trasplantar la Mimosa púdica trataremos de sacarlas con una pala, muy suavemente para no dañarlas. Generalmente se extrae todo el cepellón con la tierra adherida, pero si al sacarlas de la maceta, las raíces llegasen a quedar «al desnudo», manténlas en agua hasta el momento de trasplantar, especialmente si la temperatura ambiente es muy cálida.
Prepara una maceta con bastantes agujeros para que drene correctamente. Recuerda que la Mimosa no resiste anegamientos. Prepara el sustrato a base de tierra negra, turba, resaca, arena y algo de perlita. Agrega el sustrato hasta las 2/3 partes de la maceta o jardinera. Haz un hueco bastante grande como para que las raíces quepan cómodamente y completa con sustrato hasta sostener el plantín. Aprisiona muy levemente con las manos y evitando que queden pozos de aire donde se asientan las raíces. Abona con una capa superficial de humus de lombriz.
Riega muy suavemente y mantén en interiores, lejos de corrientes de aire, por un par de días o hasta que la Mimosa se recupere del stress del trasplante.
Cuándo trasplantar Mimosa
La Mimosa púdica se debe trasplantar a fines de invierno, previo a la primavera y cuando aún no hayan salido brotes ni capullos florales. De hacerlo tardíamente, se corre el riesgo de perder los pimpollos.
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Poda de la Mimosa Púdica
Generalmente, cuando hablamos de poda, nos imaginamos cortando tallos o grandes ramas, para dar aire y luz a nuestra planta. De esta forma logramos evitar la aparición de plagas o enfermedades, ya que éstas se aprovechan cuando hojas y ramas forman una mata muy densa que no permite la libre aireación del mismo.
En el caso de la Mimosa púdica, ésta se expande libremente por todo el sustrato y si bien no es indispensable una poda tan drástica, es necesario hacer limpieza para evitar que sea afectada, especialmente el follaje que está en contacto estrecho con el suelo.
Por lo tanto, debemos cortar hojas secas, flores marchitas y ramas que desentonen con el resto. Por supuesto, las flores marchitas se eliminan si no quieres esperar a que fructifiquen.
Los frutos tardarán en madurar de 40 a 60 días luego de formadas las vainas. Pasarán de ser de color verde a marrón cuando estén secas.
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Cuándo podar
La Mimosa púdica debe podarse a mediados de invierno, cuando la planta entra en un período de receso, justo antes que comience a rebrotar y emitir sus capullos florales.
También se poda para evitar que sus tallos o ramas se vuelvan leñosos y sus espinas se vuelvan más duras y resistentes.
Cómo podar
Para podar, la Mimosa debe tratarse con especial atención y utlizar guantes para evitar inconvenientes con sus partes espinosas.
Al ser una planta que puede alcanzar hasta 90 cm. de altura, se pueden utilizar tutores para mantenerla erguida o podar en altura y cortar o pinzar sus tallos. De este modo, se logrará que desarrollen mejor sus ramas y se distribuya por el sustrato como planta rastrera.
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La Mimosa tiene espinas
La Mimosa es una planta que desarrolla espinas en sus tallos, así que ten cuidado al tocarla o mainpular, ya sea para podar o trasplantar. Utiliza guantes, que de mimosa tiene solamente sus hojas.
Mimosa púdica, planta tóxica
La Mimosa púdica debe mantenerse alejada de niños y mascotas, ya que su savia contiene ciertos principios activos que pueden causar reacciones adversas en caso de ingestión accidental.
En el próximo artículo veremos: «Plagas y enfermedades de la Mimosa Púdica, problemas más comunes«
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