El cultivo de plantas aromáticas se puede realizar en cualquier época del año. Suelen ser plantas muy resistentes, es decir que no requieren de muchos cuidados.
Cómo cultivar aromáticas
Cuidados generales
Maceta
La elección de la maceta o jardinera es muy importante; debemos cultivar cada especie en macetas diferentes, para que, a la hora de cosechar la tarea sea más sencilla. En caso que decidas colocar diferentes especies en una misma jardinera, puedes hacerlo dejando cada una en su propio contenedor o bien compartiendo el mismo pan de tierra, ésto siempre y cuando tengan los mismos requerimientos básicos.
Sustrato
En líneas generales el sustrato deberá contener tierra de buena calidad, turba y resaca de río, también poseer buen drenaje.También puedes colocar mantillo sobre la superficie del sustrato para cuidarlo de heladas y evitar el crecimiento de malezas, entre otros.
Abono
Para un buen cultivo de aromáticas trata de evitar agroquímicos o fertilizantes, no sólo estaremos contribuyendo con nuestra salud, sino también estaremos ayudando a nuestro medio ambiente. Además podría verse afectado su sabor; puede que con agregados químicos logres mayor desarrollo de tus cultivos, pero éstos perderán la esencia, aroma y sabor característicos por el cual las has cultivado.
De todos modos, y si notaras que necesitan ayuda para crecer, utiliza compost, turba o humus de lombriz, éstos serán fácilmente absorbidos ya que se descomponen en forma paulatina y progresiva; nunca utilices estiércol y mucho menos antes de cosechar, ya que la planta absorbe ciertos nutrientes que podrían ser nocivos para nuestra salud. Un buen recurso es abonar la tierra antes de transplantarlas, de esta forma estarás cubriendo sus necesidades de antemano. La ortiga es un excelente fertilizante natural y no es nocivo para nuestra salud; se prepara una solución con 1 litro de agua hirviendo y 30 gramos de ortiga, se deja reposar 48 horas y se pulverizan hojas y sustrato.
Riego
Si bien el sustrato debe estar siempre húmedo, muchas de las aromáticas son sensibles al exceso de riego, éste debe ser regular cuidando de no encharcar el suelo. Debe regarse una vez por día en invierno, y dos veces en verano, por la mañana y por la tarde, nunca en las horas plenas de sol. Menta, perejil y cilantro, entre otras, requieren mayor riego que el orégano, tomillo, salvia o lavanda.
Poda
Al final del verano o cuando terminen de dar semillas, dejarlas secar naturalmente en la planta para así tener la seguridad de utilizar estas semillas en la próxima estación; al retirar sus semillas o frutos debe realizarse una buena poda para no sólo retirar hojas y ramas secas, sino también flores marchitas; además de este modo adquirirá vigor y energía más rápidamente.
Si se trata de un cultivo que usamos a menudo en nuestro hogar, debemos preservarla podando primero una tercera parte, 15 o 20 días después la segunda tanda, y la última será en los próximos 15 o 20 días, así nos aseguraremos de, al podar esta última parte, la primer tanda esté produciendo y, de esta manera, tener todo el año aromáticas en nuestro jardín.
Dónde ubicar plantas aromáticas
Si bien la mayoría de ellas se cultiva al aire libre, hay muchas variedades que resisten y se desarrollan perfectamente en interiores, como, por ejemplo, en la cocina, además de decorar este ambiente, estarán disponibles para utilizarlas en el momento de cocinar. Debes colocarlas cerca de una ventana para que tengan aire y luz. Atención en este punto, nunca las ubiques cerca de la cocina o estufa. No toleran temperaturas extremas, sean heladas o veranos demasiado cálidos.
El uso de fertilizantes y/o plaguicidas químicos puede ser perjudicial y contraproducente, en especial si son plantas comestibles, ya sean aromáticas, hortalizas, árboles frutales, etc. En estos casos debe suspenderse su uso 30 días antes de la cosecha y posterior consumo.
Mira aquí: «Cómo hacer un fertilizante casero y natural súper potente«
En el próximo post veremos:
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